Porque esto no es normal, no lo normalicemos

En una noche dramática, con las trágicas consecuencias de la DANA en la Comunidad Valenciana, me horroriza ver comentarios de algunas personas, quitando hierro a la situación, diciendo que gotas frías ha habido toda la vida, que exageramos, que esto no tiene que ver con el CC. 🪡 

Primero: cantidad. Hace días lo comentábamos: nunca la cantidad de agua precipitable en la atmósfera había sido tan alta como ahora. Una desviación de 8 sigmas respecto a la media. Porque “llover” es una variable binaria, se contesta con “sí” o “no”. Pero importa cuánto llueve. 

Segundo: sinopticidad. No es lo mismo llover intensamente en una ciudad o en una comarca que en toda la CAV, con afectación incluso en el interior peninsular. Un evento de esta extensión es una anomalía con pocos precedentes, lo cual lo hace más significativo estadísticamente. 

Tercero: recurrencia. Importa la frecuencia con la que suceden eventos graves. Puede que en los 80 hubiera un evento comparable en algún punto, pero lo problemático es que eventos importantes se están haciendo más frecuentes. Pasamos de 1 cada 30 años a 1 cada 5, cada 2… 

Cuarto: globalidad. Cualquiera que haya seguido la fenomenología de los eventos extremos últimamente verá que están pasando cosas extraordinarias en todo el planeta. Este año está siendo terrible, el anterior fue muy malo, el anterior también…, con una tendencia creciente. 

Todo esto está siendo posible porque hay una acumulación de energía sin precedentes a escala planetaria. Estamos ya por encima del +1,5°C, sin visos realistas de que la temperatura baje significativamente los próximos años, más bien al revés, viendo el desbalance radiativo. 

Y además se está produciendo una desestacionalización de los eventos en nuestro Levante. Cada vez se producen más tarde en el año, en épocas que deberían ser desfavorables pero con el Mediterráneo en llamas cualquier momento es bueno (recordemos el temporal Gloria, enero 2020). 

Y eso me lleva a un último recordatorio. Esto no ha acabado aún. Esta DANA dará sus últimos coletazos entre hoy y mañana, sí, pero las condiciones que la han generado seguirán iguales. La Corriente de Chorro Polar seguirá teniendo meandros profundos que se pueden estrangular. 

El Mediterráneo seguirá dos grados más caliente que la media en 1980. El agua precipitable en la atmósfera seguirá en máximos. Y el desbalance radiativo lo agravará todo.

Esto no se ha acabado. En las próximas semanas podría venir otra DANA, y literalmente llovería sobre mojado. 

El tiempo de actuar es ahora. Enmendando lo que se pueda de tantos desmanes en edificación e infraestructuras que agravan los efectos de estas DANAs. Y planteándose seriamente por fin un rápido abandono de los combustibles fósiles.

Porque esto no es normal. No lo normalicemos.